Mi experiencia buceando en Veracruz.
- by Yo Amo Veracruz
- 2018-03-06
Una de las experiencias que tienes que hacer mínimo una vez en la vida es el buceo. Nada se compara con la sensación de paz y relajación que se siente al estar inmerso en el mar mientras observas la increíble vida marina que habita esa zona.
En esta ocasión, les contare de mi experiencia practicando buceo en Veracruz.
Antes que nada, debo aclarar que mis habilidades para nadar es la mas básica, apenas y puedo mantenerme a flote por minutos sin cansarme, además de que soy una persona nerviosa, lo cual me preocupaba, pues no es lo mismo estar flotando en albercas que estar a 13 metros de profundidad en el mar.
Todo inicia en la mañana, a las 8:30 de la mañana era la cita en las instalaciones de buceo, a esa hora lo primero que hicimos fue probarnos los trajes de neopreno para no tener problemas con el cambio de temperatura durante la inmersión. También nos proporcionaron las aletas y el regulador que nos permitiría respirar bajo el mar. Al tener listo el equipo para la inmersión, llego el momento de que nos dieran las instrucciones para realizar la actividad y no correr ningún riesgo. La inducción para la actividad consiste en ver un video que te explica todo el proceso desde la preparación para poder controlar la presión y no tener inconvenientes y presentaba situaciones de riesgo en las que tenias que cambiar de regulador en caso de quedarte sin aire en tu tanque y muchas situaciones que no sonaban nada agradables y que realmente me asustaban.
Cuando llego el momento de trasladarnos al lugar, abordamos una lancha que nos llevo al lugar de la inmersión, aproximadamente a 25 minutos de la orilla, nos alejamos de la orilla de la ciudad y todo cambio, solamente estábamos el mar y nosotros, fue allí cuando me di cuenta que ya no había paso atrás.
Nos dividimos en parejas para poder realizar la inmersión, con cada pareja iba un instructor que se porto muy amable y siempre nos animo a terminar la actividad cuando poníamos cara de duda.
Cuando llego mi turno de realizar la inmersión apenas y podía moverme por el peso del tanque y del lastre, cuando me avente al mar sentí miedo, emoción y muchísima adrenalina, fue increíble.
Iniciamos snorkeleando mientras nos acostumbramos a respirar por la boca con el regulador, lo cual creo que fue lo que mas me costo en ese momento. Poco a poco empezamos a alejarnos de la embarcación y comenzamos a descender poco a poco, ahí entendí lo importante que era presionar las fosas nasales con los dedos y exhalar por la nariz suavemente para controlar la presión en oídos y pulmones, si no lo haces correctamente y a tiempo, empiezas a sufrir de dolor en oídos y cabeza.
Cuando llegamos al fondo la panorámica cambio totalmente, todo era color y vida, cientos de peces de colores nos daban la bienvenida a su habitar, corales y algas de diferentes tamaños se mecían con el agua y creaban un escenario increíble, tuvimos suerte y pudimos ver de cerca a una tortuga.
Estar en ese momento, viendo la grandeza del mundo marino, realmente cambia tu perspectiva de muchas cosas, te ayuda a crear consciencia de lo hermoso y frágil que es el sistema arrecifal y que de nosotros depende el cuidado y supervivencia de este ecosistema, además la paz que se siente en ese momento es incomparable y aunque puede causar temor al principio, es una experiencia que debe estar en tu lista de cosas por hacer.
Nada se compara con la sensación de paz y relajación que se siente al estar inmerso en el mar.